La encuesta sobre el servicio, realizada a las 61 familias usuarias del Proyecto Piloto Luz en Casa Amazonía, ha mostrado su total satisfacción con los sistemas fotovoltaicos provistos.

En 2015, la Fundación ACCIONA Microenergía inició un nuevo modelo de provisión de servicio eléctrico, adaptado a las comunidades amazónicas del departamento peruano de Loreto, que comenzó a implementar con el Proyecto Piloto Luz en Casa Amazonía, cofinanciado por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico, Tecnológico y de Innovación Tecnológica (FONDECYT).

Este proyecto ha servido para evaluar, en cuatro comunidades del distrito Napo, la aceptabilidad de un innovador modelo basado en la gestión multiactor, que involucra a usuarios y autoridades locales, el pago de una cuota asequible por el servicio, y la tecnología de sistemas fotovoltaicos domiciliarios de tercera generación con prepago (SFD3G-PAYG).

Estos sistemas incluyen tres puntos de luz y conexiones para carga de teléfono móvil y para aparatos compatibles a 12Vcc. Y su sostenibilidad técnica se asegura con el Centro Luz en Casa abierto en la localidad de Santa Clotilde (capital del distrito Napo), donde los usuarios pueden acudir a comprar esos aparatos compatibles y recibir información, asesoramiento y reparación para los sistemas.

Recientemente se ha realizado una encuesta sobre el servicio a las 61 familias que tienen electricidad, desde febrero de 2016, con el Proyecto Piloto Luz en Casa Amazonía, que ha mostrado que el 100% de los hogares está satisfecho o muy satisfecho con el sistema fotovoltaico, y creen que es fácil de utilizar, y a un 88% le resultó fácil instalarlo y manejarse con el sistema prepago. El 98% dice estar ahorrando en su gasto mensual en energía, y el 100% considera que el servicio dado por ACCIONA Microenergía es bueno y lo recomienda.

Es decir, se confirma la aceptabilidad del modelo propuesto para llevar electricidad a las comunidades amazónicas; facilitar acceso al servicio eléctrico básico a estas comunidades se caracteriza por las dificultades logísticas extremas que implican, a las que el nuevo modelo de suministro da una respuesta satisfactoria.

Otros datos interesantes que arroja esta encuesta, y que devuelven diferentes impactos positivos en las vidas de las comunidades a los pocos meses de disponer de electricidad, son:

  • Los usuarios disfrutan de una media de 6 horas diarias de iluminación eléctrica.
  • Los principales usos que los hogares dan a esta iluminación son el estudio (67%), el trabajo (43%) y la preparación de comidas (21%).
  • Más horas para educación de los niños y actividades productivas de los adultos acabará resultando en mayores niveles educativos e ingresos.
  • Y la mayor facilidad en la realización de las tareas domésticas permite utilizar, especialmente las mujeres, el tiempo ahorrado en otras actividades educativas, productivas o de esparcimiento.
  • Muchas familias han dejado de utilizar por completo elementos como linternas a pilas (79%), mecheros/lámparas de petróleo (30%) y velas (25%).
  • El abandono de estos medios de iluminación, que no dan suficiente intensidad de luz y generan humos perjudiciales, reduce la incidencia de enfermedades oculares y pulmonares.
  • A esto se une el impacto ambiental positivo, en un entorno de alto valor ecológico, por eliminar el uso y, por tanto, el desecho incontrolado de pilas y por evitar la emisión de gases contaminantes, con el desplazamiento del uso de la electricidad de generadores diésel por generación fotovoltaica.

Una vez finalizado el piloto, con esta validación del modelo de provisión de servicio y de la tecnología usada, se inicia un nuevo proyecto que extiende la acción a gran parte de la cuenca del río Napo, y cuyos usuarios serán atendidos desde el Centro Luz en Casa de Santa Clotilde.